Las diferencias entre los productos minerales y orgánicos son muchísimas, desde la materia prima, como bien dice el nombre, el tiempo de vida útil, la composición, y de consecuencia el resultado también y sus finalidades.
Empezando por los orgánicos, como bien dice la palabra, las materias primas que se utilizan son de proveniencia orgánica y natural, se utilizan fermentaciones, extracciones e infusiones de algas, estiércol, productos vegetales, plantas, restos de animales. Estos productos suelen ser acompañados por una infinidad de bacterias que siguen descomponiendo los materiales.
Puede haber una descomposición aerobica o anaerobica, se puede también acelerar el proceso aportando las condiciones necesarias para que determinados microorganismos funcionen de mejor manera. Hay un momento de vida útil del producto donde la descomposición alcanza un estado optimo, esto, mas o menos, ocurre al año de que haya empezado a descomponerse, desde aquí tendremos, dependiendo del producto, un ulterior año para poder utilizarlo encontrando el resultado que estábamos buscando. Después del año, también, tendremos mas posibilidades de que hayan muerto los posibles agentes patógenos que se pueden encontrar durante el compostaje.
El fertilizante orgánico es de lenta liberación, esto nos permite usar el producto con menos frecuencia, apto para cultivos de exterior, de guerrilla y para cultivos mas cómodos en interior, al ser de liberación lenta, tendremos mas tiempo para actuar sobre una eventual manifestación de sobre fertilización, esto permitirá, a cultivadores con poca experiencia, de poder reparar eventuales excesos de productos; de alguna manera deja un sabor que difícilmente los químicos pueden alcanzar aunque se lave la raíz.
Estos productos favorecen la vida micro bacteriana que hay en el suelo y muchas veces suelen ser acompañados por mas vida micro bacteriana que suele ayudar la existente y son compatibles con casi todas, la única que, a veces, puede resentir las altas concentraciones de abono es la micorriza.
Las proporciones de macro y micro elementos pueden variar según el estado de descomposición del producto, esto puede ocurrir en meses, pero son de mejor calidad y de mas fácil absorción para las plantas. Los orgánicos se suelen recomendar para cultivo que usan tierra o substrato donde haya por lo menos entre un 30 y un 50% de turba, son difícilmente gestionables para cultivos hidroponicos ya que pueden obstruir los goteros. Foliarmente hay peligro de tapar los estomas de las hojas y, así asfixiarla.
Los abonos minerales, al ser todos quelatos, son de rápida absorción, esto quiere decir que no tendremos tanto tiempo, a diferencia del caso anterior, de poder compensar algún eventual exceso de fertilización, así que se recomienda fuertemente seguir las indicaciones del fabricante o de medir los niveles de EC. Con esta característica, se podrá recomendar su utilizo para los cultivos de interior y los exteriores que se puedan cuidar con frecuencia; es apto para cultivos idroponicos, entre ellos entra también el cultivo en coco, y los cultivos aereoponicos, se puede usar también foliarmente de manera mas cómoda que los orgánicos ya que no tiende a tapar los estomas, pero habrá siempre que seguir las indicaciones del fabricante, las proporciones de abono en riego cambian de la fertilización foliar.
Como dice el nombre, son de origen mineral, por el ejemplo la mayor parte de nitrógeno «químico» viene de los yacimientos de Chile de nitrato de sodio, en ellos podemos encontrar también otros componentes que son subproductos de otras empresas cual el sulfato de amonio o el amonio, que fue revolucionario a la hora de proveer con el ácido nítrico. El fosfato que podemos encontrar suele venir del sulfato tricalcico tratado con ácido sulfúrico.
Este cocktail químico no suele favorecer en ningún caso la vida micro bacteriana del suelo, así favoreciendo la erosión del suelo y cambiando inevitablemente las condiciones del suelo. En casos de sequía y de bajo ph, estos fertilizantes que llevan fosfato, limitan la absorción de fósforo para las otras plantas, y los nitratos y los sulfatos, cambian en ácido nítrico y ácido sulfúrico, en resumen, no es favorable al medio ambiente.
Aunque se haga un lavado de raíces, muchos productos de origen mineral, pueden dejar rastros de sabor, sabor metálico o picor en las encía o en la garganta, una buena manera de saber si la planta está relativamente libre de fertilizante, es ver el color de la ceniza, si es negra no es buena señal aunque a veces el ser blanca engaña, hay que ver si no se rompe la ceniza, si se queda dura posiblemente tenga algún polvo, otro método, dicen que es quemar alguna ramita, si suelta chispas, posiblemente aun queda algo de fósforo, hay veces que suelta chispas también el canuto cuando queda alimento.
Tienen una vida útil mucho mas larga que los productos orgánicos ya que no hay ninguna descomposición, pero hay que tener en cuenta que estas sales cristalizan, podremos recordar alguna vez donde nuestros abonos líquidos en botella, tenían cristales de sales alrededor del tapón, esto depende de su higroscopicidad, cuando este fenómeno ocurre también en el suelo, será indispensable el uso tanto de enzimas como un eventual limpiador de raíces o hasta un lavado de raíces en los casos mas extremos.
Hay que saber lo que se esta usando y como se utiliza, los resultados de un mal uso de algún producto podría afectar mas que una planta, siempre es recomendable leer las informaciones del fabricante y seguir el modo de empleo, cualquier producto se use, tanto mineral como orgánico también, un exceso de carbono puede ser toxico para las plantas.
autor: Fabio Inga